2. Los ingredientes de la motivación
El primer paso de la educación es fomentar en
el aprendiz la motivación adecuada. Si queremos que tanto uno mismo como otras
personas se muevan para conseguir algo debemos incitar este movimiento. Para
hacerlo, hay que actuar sobre todos o alguno de los elementos de la ecuación de
la motivación: deseos, incentivos, facilitadores.
Fuerza de la motivación= deseo + valores (incentivos/metas/objetivo) + facilitadores
Ejemplo: El deseo de aprender de un niño
(fuerza de motivación) se verá favorecido
1. Si la meta es interesante, es decir, si
enlaza con alguno de sus intereses (deseo).
2. Si, además, está presentada atractivamente
(valor, incentivo ).
3. Si la tarea es fácil, si se siente capaz
de alcanzarla y si le indicamos las estrategias debidas para que pueda hacerlo·
(circunstancias facilitadoras).
No deben olvidar esta fórmula, porque cuando
intentemos motivar o motivarnos, tendremos que actuar sobre alguno de estos
tres factores. Aumentaremos el deseo, aumentaremos el valor del objetivo, o
aumentaremos las circunstancias facilitadoras (o removeremos los obstáculos)
¿Cuáles son los deseos?
Podemos dividirlos en 3 deseos universales. Para motivar es imprescindible activar alguno de nuestros deseos fundamentales, o relacionar la meta querida con alguno de ellos.
Podemos dividirlos en 3 deseos universales. Para motivar es imprescindible activar alguno de nuestros deseos fundamentales, o relacionar la meta querida con alguno de ellos.
Estos tres deseos fundamentales son el bienestar,
la vinculación social (el deseo de relacionarse socialmente, formar parte
de un grupo o ser aceptado) y el deseo de ampliar nuestras posibilidades de
acción (que incluirían aspectos tales como sentirse competente, autonomía,
controlar el entorno, logro, eficacia,
dominio, autorrealización, esfuerzo por realizarse, mantener y acrecentar la
experiencia, competencia, autonomía, dotar de significado, búsqueda del sí
mismo ideal, tendencia al progreso, motivación natural de crear, proyectarse al
futuro, deseo de poder, curiosidad, el
afán de explorar, deseo de alcanzar lo difícil etc.)
Si no existe un deseo directo, debemos
asociar la meta con uno de estos deseos. Ejemplo: Si quiere que su niño
estudie, que le guste jugar al billar o que quiera ir a comer a casa de su
abuela, tendrá que enlazar cada uno de estos comportamientos con sus deseos
fundamentales. Si quiere que su empleado trabaje con más entusiasmo, lo mismo.
Y si quiere que su jefe esté motivado para subirle el sueldo, igual.
¿Cuáles son las metas o incentivos?
Cualquier meta puede convertirse en nuestro “objeto u objetivo de valor”. Puede ser algo material, como tener nuevo vestido o una casa, o sed o comida cuando tenemos hambre. O puede ser a algo no material, como acabar una carrera, motivar a nuestro hijo a leer más, convertirme en futbolista profesional etc.
Cualquier meta puede convertirse en nuestro “objeto u objetivo de valor”. Puede ser algo material, como tener nuevo vestido o una casa, o sed o comida cuando tenemos hambre. O puede ser a algo no material, como acabar una carrera, motivar a nuestro hijo a leer más, convertirme en futbolista profesional etc.
¿Cuáles son los facilitadores?
Son todos aquellos factores que facilitan el movimiento hacia el objetivo propuesto. Dependerá de cada situación concreta, pero alguno podrían ser la probabilidad de éxito o fracaso que consideremos tener para alcanzar la meta, sentimiento de capacidad, los recursos con los que contemos, conocimiento de las estrategias, ayuda, etc.
Son todos aquellos factores que facilitan el movimiento hacia el objetivo propuesto. Dependerá de cada situación concreta, pero alguno podrían ser la probabilidad de éxito o fracaso que consideremos tener para alcanzar la meta, sentimiento de capacidad, los recursos con los que contemos, conocimiento de las estrategias, ayuda, etc.
Fuente: "Los secretos de la motivación". Jose Antonio Marina.