¿En qué consiste el acoso escolar? Cómo reconocerlo.
La preocupación por el acoso entre iguales en el ámbito educativo tiene una larga trayectoria. Y es que el acoso escolar ha existido siempre (no es un problema nuevo), sin embargo, en la actualidad, se está convirtiendo poco a poco en una de las grandes preocupaciones del sistema educativo ante lo cual es necesario tomar una serie de medidas de detección, prevención e intervención.
El acoso escolar (también conocido por su término inglés bullying)
es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre
escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado.
Los protagonistas
de los casos de acoso escolar suelen ser chicos y chicas en proceso de entrada
en la adolescencia (aunque no únicamente) alcanzando su punto más álgido entre los 13 y los 15 años. En
cuando al sexo, estadísticamente se detecta que las chicas aparecen, en
términos absolutos, menos implicadas en casos de maltrato, y cuando lo hacen,
recurren menos a la agresión física y más a la descalificación oral, al rumor y
al aislamiento social.
Tipos
de maltratos entre iguales
El maltrato entre compañeros puede
aparecer de formas muy diversas. No solamente se manifiesta a través de peleas
o agresiones físicas, sino que con frecuencia se nutre de un conjunto de
intimidaciones de diferente índole que dejan al agredido sin respuesta. Veamos
algunas:
- Intimidaciones verbales (insultos, motes, hablar mal de alguien, sembrar rumores,...)
- Intimidaciones psicológicas (reacciones de hostigamiento, coacciones o amenazas para provocar miedo, para lograr algún objeto o dinero, o simplemente para obligar a la víctima a hacer cosas que no quiere ni debe hacer)
- Agresiones físicas, tanto directas (peleas, palizas o simplemente “collejas”) como indirectas (destrozo de materiales personales, pequeños hurtos,...)
- Aislamiento social, bien impidiendo al joven participar, bien ignorando su presencia y no contando con él/ella en las actividades normales entre amigos o compañeros de clase.
También se dan situaciones de maltrato por acoso
de tipo racista, cuyo objetivo son las minorías étnicas o culturales.
En estos casos lo más frecuente es el uso de motes racistas o frases
estereotipadas con connotaciones despectivas. Igualmente se producen situaciones
de acoso sexual que hacen que la víctima se sienta incómoda o
humillada. En los últimos años ha ido en aumento el acoso anónimo mediante el teléfono
móvil o a través del correo electrónico con amenazas o palabras
ofensivas
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