sábado, 18 de mayo de 2013

¿Cómo motivarnos? ¿Cómo motivar a otros? (Parte 2)


2. Los ingredientes de la motivación

El primer paso de la educación es fomentar en el aprendiz la motivación adecuada. Si queremos que tanto uno mismo como otras personas se muevan para conseguir algo debemos incitar este movimiento. Para hacerlo, hay que actuar sobre todos o alguno de los elementos de la ecuación de la motivación: deseos, incentivos, facilitadores.



Fuerza de la motivación= deseo + valores (incentivos/metas/objetivo) + facilitadores

Ejemplo: El deseo de aprender de un niño (fuerza de motivación) se verá favorecido

1. Si la meta es interesante, es decir, si enlaza con alguno de sus intereses (deseo).

2. Si, además, está presentada atractivamente (valor, incentivo ).

3. Si la tarea es fácil, si se siente capaz de alcanzarla y si le indicamos las estrategias debidas para que pueda hacerlo· (circunstancias facilitadoras).

No deben olvidar esta fórmula, porque cuando intentemos motivar o motivarnos, tendremos que actuar sobre alguno de estos tres factores. Aumentaremos el deseo, aumentaremos el valor del objetivo, o aumentaremos las circunstancias facilitadoras (o removeremos los obstáculos)
¿Cuáles son los deseos?
Podemos dividirlos en 3 deseos universales. Para motivar es imprescindible activar alguno de nuestros deseos fundamentales, o relacionar la meta querida con alguno de ellos.

Estos tres deseos fundamentales son el bienestar, la vinculación social (el deseo de relacionarse socialmente, formar parte de un grupo o ser aceptado) y el deseo de ampliar nuestras posibilidades de acción (que incluirían aspectos tales como sentirse competente, autonomía, controlar el entorno,  logro, eficacia, dominio, autorrealización, esfuerzo por realizarse, mantener y acrecentar la experiencia, competencia, autonomía, dotar de significado, búsqueda del sí mismo ideal, tendencia al progreso, motivación natural de crear, proyectarse al futuro,  deseo de poder, curiosidad, el afán de explorar, deseo de alcanzar lo difícil etc.)

Si no existe un deseo directo, debemos asociar la meta con uno de estos deseos. Ejemplo: Si quiere que su niño estudie, que le guste jugar al billar o que quiera ir a comer a casa de su abuela, tendrá que enlazar cada uno de estos comportamientos con sus deseos fundamentales. Si quiere que su empleado trabaje con más entusiasmo, lo mismo. Y si quiere que su jefe esté motivado para subirle el sueldo, igual.
¿Cuáles son las metas o incentivos?
Cualquier meta puede convertirse en nuestro “objeto u objetivo de valor”. Puede ser algo material, como tener nuevo vestido o  una casa, o sed o comida cuando tenemos hambre. O puede ser a algo no material, como acabar una carrera, motivar a nuestro hijo a leer más, convertirme en futbolista profesional etc.

¿Cuáles son los facilitadores?
Son todos aquellos factores que facilitan el movimiento hacia el objetivo propuesto. Dependerá de cada situación concreta, pero alguno podrían ser la probabilidad de éxito o fracaso que consideremos tener para alcanzar la meta, sentimiento de capacidad, los recursos con los que contemos, conocimiento de las estrategias, ayuda,  etc.

Fuente: "Los secretos de la motivación". Jose Antonio Marina.