lunes, 13 de mayo de 2013

El acoso escolar. Parte 3.

El papel de padres y profesores en la detección y prevención del acoso escolar

 
Uno de los grandes problemas que suscita el fenómeno del acoso escolar es la grave dificultad que tenemos para detectar las agresiones que pueda estar padeciendo el niño u adolescente por parte de sus compañeros. A menudo este fenómeno pasa desapercibido o es mal interpretado por los adultos. De ahí que debamos observar atentamente para descubrir el proceso de victimización, basándonos a veces sólo en indicios poco claros o en rumores.

A veces los hijos callan su situación de indefensión por falta de comunicación con los padres, por vergüenza, por miedo a la forma en que éstos actuarán o por miedo a las represalias de sus compañeros si éstos averiguan que lo han dicho.

Es, por tanto, muy importante generar confianza con nuestros hijos, para que se sientan seguros y sean capaces de contar con normalidad lo que les ocurre en el centro escolar. Aunque cada vez la vida se vuelve más acelerada, estamos obligados a encontrar tiempo diariamente para conversar con ellos y contarnos la marcha del día.

Así, algunas actuaciones necesarias para la detección del acoso que los padres han de tener en cuenta son las siguientes:

1. Escuchar y mostrar interés por el asunto, sin menospreciarlo; no debemos considerarlo “cosa de chicos”.

2. Indagar si realmente ha ocurrido lo que nos cuenta, y no es fruto de su imaginación.

3. Ponerse en contacto con la escuela y solicitar la intervención y cooperación del profesorado y el orientador/a del centro.

Por su parte, los profesores también cuentan con un papel importante en la detección y prevención del acoso entre iguales. Esto es así por que muchas de las conductas de acoso se producen dentro del centro escolar. La dificultad estriba en que tales conducta pueden darse fuera del ámbito de visión de los profesores, así en el baño, en los pasillos, en el recreo, y en ciertos momentos en que éstos no se encuentran presentes. Es por ello, que el profesorado ha de estar atento hacia los comportamientos de los alumnos con el fin de detectar indicios de acoso entre alumnos, con el fin de comunicarlo y tomar las medidas preventivas o de intervención oportunas.

Aún siendo los profesores y padres los mayormente implicados en la detección y el tratamiento del acoso no podemos olvidar que tales problemas corresponden a TODA LA SOCIEDAD en su conjunto y es necesaria la implicación de TODOS ante tal problemática.

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